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Demostrar la identidad de las personas ha sido y continúa siendo uno de los grandes retos de la humanidad. Este problema no ha hecho sino magnificarse con la era digital, en la que no solo es un problema determinar si una persona es quien dice ser en la realidad, sino que además es necesario verificar esta información a través de una pantalla por canales puramente digitales.
Permitir el acceso a una cuenta bancaria, acceder a los sistemas e información de una empresa, demostrar la validez de un título o un certificado, desbloquear archivos confidenciales, validar el acceso a un evento, son solo algunos de entre la infinidad de casaos cotidianos en los que la identidad digital tiene un papel crítico y cuyo desempeño puede marcar la diferencia entre la normalidad y el más absoluto desastre.
Prepárate, porque en este post te vamos a contar cómo la tecnología blockchain va a cambiar para siempre la manera en que gestionas, apruebas, cedes o te beneficias de tu identidad digital como usuario del internet. Te explicaremos, de manera muy sencilla, cuáles son los problemas y cómo se van a resolver. ¡Vamos a ello!
Imagen: Freepik
Tu identidad digital hoy
Antes de entrar a plantear las soluciones que nos otorga la blockchain, veamos cuál es el gran problema que debemos atender. Verás, el mundo de la identidad digital y los sistemas de los que disponemos hoy son un absoluto caos. Sí, hay sistemas que funcionan y que utilizamos en nuestro día a día pero, ¿a qué coste? Observa la siguiente imagen, te resultará familiar.
Todo empieza con una persona cediendo sus datos para acceder a la infinidad de posibilidades (y obligaciones) con que la sociedad le bombardea. Cede sus datos para abrir una cuenta en el banco, vuelve a cederlos para reservar un viaje con una aerolínea, de nuevo cuando empieza a trabajar en una empresa, cuando tiene que relacionarse con la administración pública, cuando hace compras en el comercio online X y nuevamente cuando lo hace en el comercio online Y, cuando se da de alta en un servicio de email o cuando se suscribe a una newsletter, cuando crea un perfil en una red social o cuando quiere acceder a su perfil médico de un hospital (no de todos).
¿Sabrías decirnos cuántos perfiles de usuario y contraseña gestionas en estos momentos? Diez, veinte, … probablemente no lleves la cuenta. Si tu comodidad te llevó a pensar “si pongo la misma contraseña en todas partes, evitaré olvidarla”, asumes un riesgo verdaderamente alto, por motivos obvios. Pero la manera en que la identidad digital está “construida” no te ha dejado alternativa, si no quieres volverte loco.
Una vez has cedido tus datos, tu papel en su gestión desaparece y te conviertes en mero espectador. Todas estas redes, comercios y otros servicios pasan a almacenarlos y gestionarlos según sus propias prácticas e intereses. De repente, empiezas a recibir correos electrónicos de sitios en los que nunca te suscribiste, te llegan llamadas semanales de Reino Unido, Croacia o cualquier otra parte del mundo y, con un poco de suerte, tus datos no aparecen en alguna lista filtrada y tienes un disgusto.
Simplemente para que lo entiendas, la identidad digital a día de hoy, con todo el avance de la digitalización, sigue siendo un problema sin resolver, haciendo verdaderamente incómoda, ineficiente e insegura la experiencia del usuario en la gestión de su información y poniendo en riesgo su privacidad con su simple interacción con los servicios y aplicaciones web. Ahora sí, te contamos cómo vamos a poner fin a este desastre utilizando tecnología blockchain.
Seguridad impecable
Problema
El principal problema que afrontamos es que, en el momento en que cedemos nuestros datos, perdemos el control y el seguimiento sobre estos. No podemos saber si son almacenados con máxima seguridad, si son cedidos a terceros sin nuestro consentimiento, si son manipulados, etc. Los efectos de esto son mucho mayores de lo que algunos afortunados internautas, que no han tenido la mala fortuna de experimentar, pueden percibir. En el mejor de los casos, nuestra bandeja de entrada se llena de spam; en el peor, nos suplantan la identidad y arruinan nuestra vida. Esto, aunque no lo creas, no es poco frecuente.
Solución
La blockchain soluciona este problema “como anillo al dedo”, pues se trata de una base de datos distribuida, descentralizada e inmutable . ¿Esto qué significa? Primero, que se encuentra altamente replicada y que, por tanto, no existe un punto único de fallo. Segundo, no existe agente ni institución que sea propietaria ni tenga poder alguno sobre tus datos. El único con capacidad de gestión sobre tu información eres tú mismo. Tercero, la arquitectura de estos sistemas, junto con la criptografía y los protocolos de consenso, hacen imposible que tus datos sean manipulados sin tu consentimiento.
La identidad en blockchain, así como la propiedad sobre esta, está protegida por criptografía que, a diferencia de las entidades que gestionan tu información a día de hoy, no está sujeta a dilemas morales ni intereses individuales. Tus datos no solo están protegidos por la mejor tecnología, sino que esta te concede el control absoluto sobre los mismos. Además, como veremos más adelante, la tecnología blockchain te va a permitir demostrar que eres tú sin la necesidad de aportar información personal.
Eficiencia incomparable
Problema
Ya hemos hablado de lo difícil e incómodo que se hace para los usuarios de internet gestionar sus perfiles y sus claves en las decenas de plataformas y servicios que utilizan en su día a día. Aunque en la actualidad esto ha mejorado significativamente con ciertos proveedores de identidad (IdP) que pueden ayudar a centralizar la información y evitar a los usuarios el problema de tener que repetir una y otra vez el proceso de registro y verificación, la cuestión está muy lejos del óptimo. Google facilita en muchos casos esta labor de registro, pero dado que se trata de un único punto común, también nuestra información de Google es un punto débil que puede hacer caer gran parte de nuestro valor digital como un castillo de naipes, si no tomamos suficientes medidas de seguridad. Además de esto, si decidiésemos eliminar nuestra cuenta de Google o fuésemos incapaces de recuperar nuestras credenciales, perderíamos el acceso permanentemente a todos los sitios en los que nos registramos usando dicha información.
Solución
La blockchain otorga una única puerta de acceso a cada usuario a todo el ecosistema de aplicaciones y servicios construidos sobre esta. Esto quiere decir que tus datos dejan de estar gestionados por otros, se produce una desintermediación y puedes utilizarlos para acceder a todos los sitios por igual. Por supuesto, tienes que seguir tomando medidas de seguridad, pero ahora puedes enfocarte en adoptarlas por igual para todos tus accesos, en lugar de tener un baúl de claves, métodos de verificación y otros que requieran la cesión de tu información una y otra vez. La experiencia del usuario en la web 3.0 cambia drásticamente, pues la prueba de identidad se convierte en algo automático y universal, en lugar de una tarea manual y aislada.
Experiencia digital a medida
Problema
Los servicios online solo pueden proporcionar experiencias personalizadas a los usuarios en la medida que estos les ceden una mayor o menor cantidad de su información. Por ejemplo, una empresa que conoce los hábitos de compra de sus clientes en comercios electrónicos, las páginas que visitan, la edad, el empleo, los perfiles de interés en redes sociales, el estado civil y las actividades de ocio que realizan, tiene una capacidad enormemente superior de personalizar la experiencia de sus usuarios que otra que solo tiene una dirección de email y un nombre.
Algunos usuarios prefieren recibir recomendaciones y experiencias basadas en estos intereses y hábitos mientras otras, todo lo contrario. Sin embargo, en un mundo digital aislado y en el que la identidad digital universal es inexistente, como ocurre en la actualidad, la experiencia web solo puede adaptarse al usuario dentro de cada una de estas plataformas. Es decir, Amazon te da recomendaciones dentro de su web en base a las búsquedas y compras que has realizado. Facebook te presenta anuncios basados en los sectores en los cuales muestras interés. Pero esta personalización está limitada al marco de estas plataformas y, por tanto, no se extiende a tu experiencia en la web y está altamente incompleta.
Solución
La manera en que la blockchain soluciona este problema es otorgándote una identidad digital única que es válida para toda la web. Tú decides qué quieres compartir y qué no. Con tu movimiento en la Web 3.0 y tus interacciones y, especialmente, con la introducción de la Inteligencia Artificial y su potencial combinación con la tecnología blockchain, tu experiencia digital estará más adaptada y personalizada a ti de lo que puedes imaginar. No solo hablamos de recomendaciones de productos, sino de la customización en tiempo real del formato, la estructura, el contenido y la estética de las páginas web y las aplicaciones.
Imagina que tienes una tienda de libros y ofreces diferentes temáticas, desde crecimiento personal, finanzas, cocina, historia, etc. Un usuario entra en tu página web y este no solo ha adquirido previamente tickets digitales para una formación de un prestigioso chef en otra plataforma, sino que además es miembro de un par de comunidades gastronómicas y tiene en su cartera digital unos cuantos tokens $FOOD, que ha recibido como cliente fiel de una cadena de restaurantes innovadores. ¿Cómo crees que puedes crear un impacto en este usuario que prácticamente te garantice una venta? Tu web mostraría, de manera inteligente, fotografías gastronómicas de alta calidad, ofrecería automáticamente un descuento del 10% en la sección de libros de cocina y le mostraría los best-sellers de la gastronomía. Además, le invitaría a visitar un par de blogs sobre cómo sorprender a sus invitados con una cena de comida libanesa y le sugeriría algunos restaurantes con excelentes reseñas por su zona.
Si bien la tecnología blockchain no es la principal fuente de este sistema digital inteligente, es una infraestructura necesaria para poder lograr este objetivo de experiencias personalizadas, basadas en una identidad digital universal de los usuarios.
Transparencia y verificabilidad
Problema
Hoy en día, allá donde mires, la integridad de la información, tanto la que cedes a otros como la que obtienes de ellos, es prácticamente imposible de verificar. Ya sea que siguen cobrándote una suscripción de la que te diste de baja o un cobro que te han pasado dos veces, en la actualidad, cualquier conflicto derivado de una interacción digital entre un cliente y una empresa o simplemente entre personas acaba, como mínimo, con un dolor de cabeza para resolverlo. En muchos casos, la situación puede ir a mayores y convertirse en un caso de “es tu palabra contra la mía”. Esto es lógico, pues debemos entender que la arquitectura del internet es compleja, heterogénea y altamente inconexa. Los sistemas en los que las empresas intercambian información no siempre son compatibles entre sí y a veces lograr una integración resulta en un mar de parches. Es como intentar transportar agua entre dos puntos con un colador, puede que si le pones parches a los orificios logres tu objetivo, pero por el camino pierdes agua.
La blockchain hace que el agua llegue de un punto a otro en un cubo perfectamente hermético. Es una infraestructura común para toda la web. Las transacciones en la blockchain son atómicas, lo que significa que solo hay dos opciones: o se completan a la perfección o no cambia absolutamente nada. Esto difiere de muchos de los sistemas actuales, ya sean los pagos electrónicos, los sistemas bancarios, etc. ¿A quién no le han cobrado dos veces un pago o ha tenido que esperar varios días para recibir una transacción? Este es el resultados de sistemas aislados y altamente ineficientes que tienen que comunicarse unos con otros en un esfuerzo por transferir la información de manera coherente e íntegra. En la sección de Finanzas de nuestro post Casos de uso de la Web 3.0 puedes encontrar un esquema visual de esta explicación.
Solución
Si por algo se caracteriza la blockchain es por no mentir. No hay lugar a debate en el estado de un registro digital blockchain ni existe la duda de manipulación o fraude. Cuando una transacción se efectúa y se completa, el resultado se almacena para siempre de manera incorruptible y es accesible por cualquiera. Esto hace que, incluso desde una perspectiva legal, la blockchain tenga propiedades óptimas para otorgar validez frente a terceros.
En muchas ocasiones se acusa a la blockchain y los criptoactivos de ser la herramienta perfecta para los defraudadores y criminales, sin embargo, esta atribución no solo carece de fundamento, sino que es falsa. A diferencia del dinero metálico, principal medio por el cual el crimen organizado es capaz de blanquear capital y mover dinero procedente de actividades criminales, sin posibilidad alguna de trazabilidad, la blockchain muestra de forma transparente el origen y destino de las transacciones. Mientras que la privacidad puede resolverse con otras herramientas y tecnologías que veremos en futuros blogs, lo más importante es destacar el carácter abierto y transparente de la blockchain, que permite asegurar con certeza que un evento ha tenido lugar.
Credenciales y certificados
Problema
Otro gran problema de la identidad digital e incluso física es la relacionada con los títulos, logros y la demostración de competencias. Los sistemas de registro de titulaciones y certificaciones son altamente rudimentarios, ineficientes o directamente inexistentes. Probar que una persona es poseedora de un título o que ha adquirido ciertas destrezas no es sencillo y existe un amplio margen para la falsificación y el fraude. De hecho, en muchos casos, es tan sencillo como manipular el documento digital y alegar su propiedad. Al no existir una fuente de información única e inmutable, cualquier alteración sobre un archivo digital es prácticamente imposible de demostrar.
A lo largo de la historia, se han desmantelado numerosas redes de falsificación de títulos y otros documentos. De hecho, a día de hoy, este es considerado aún un problema global. Desde organizaciones que falsifican títulos de Harvard por menos de lo que cuesta una comida en McDonald’s, hasta pasaportes americanos o visados extranjeros. Con la tecnología de la era Web 2.0 este problema no puede resolverse de una manera eficiente y segura, teniendo que recurrir una vez más a modelos altamente centralizados y, por tanto, enormemente aislados, falibles e ineficientes.
Solución
En el año 2018, bajo el titular “La universidad donde es imposible falsificar títulos”, se explica cómo un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford desarrollan un sistema para registrar todo movimiento de la vida académica utilizando blockchain. Desde la aparición de los smart contracts y en un gran número de ámbitos, la blockchain empieza a utilizarse para registrar toda información que deba persistir en el tiempo y no deba ser manipulada. Una vez más, esta tecnología ofrece propiedades perfectas para evitar la falsificación.
El gran cambio que ocurre en este sentido no es solo el registro de estos certificados y títulos en una base de datos transparente e inmutable, sino que además está asociado a una identidad única y puede probarse al instante. Los denominados soulbound tokens (en español, algo así como “tokens ligados al alma”) son un tipo de tokens que existen ligados a una identidad digital y no pueden transferirse (mucho menos manipularse). Esto quiere decir que una institución educativa o de otro carácter que emite un título en forma de soulbound token, le asigna la propiedad de este directamente a quien lo ha obtenido. Este título puede existir eternamente ligado a la persona o incluso destruirse automáticamente cuando caduque. Pero, bajo ningún concepto, puede transferirse o alterarse. Esto supone un cambio drástico en un ámbito de alcance mundial y, literalmente, permite poner fin al fraude y la falsificación.
Identidad universal
Problema
Antes hemos hablado de la identidad universal desde diversos puntos de vista en el ámbito digital. Sin embargo, este problema puede extrapolarse también al mundo físico y geográfico, donde la identidad de las personas no sigue un estándar. Cada país tiene sus sistemas de identidad y sus requisitos de acceso. En la actualidad, todos sabemos lo difícil que puede ser viajar a ciertos países y la cantidad de burocracia y problemas que pueden surgir en el proceso. Una vez más, el fraude entra en juego, haciendo realmente difícil probar que un documento de identidad, un permiso o visado son válidos. Incluso si una persona posee antecedentes penales, esto podría llegar a ocultarse.
Solución
Si bien esto requeriría de cierto consenso universal, algo ya de por sí difícil y que no depende de la disponibilidad tecnológica, la blockchain ofrece la oportunidad de establecer un sistema universal de identidad. Y no estamos hablando de identidad digital, sino de identidad física de las personas. Dado que esta tecnología no tiene una ubicación geográfica ni está sujeta a la regulación de ningún país en específico (y a la vez, de todos ellos), existe la posibilidad de una base de datos mundial, abierta y segura, donde las identidades y los atributos de estas identidades son accesibles desde cualquier lugar. ¿Cuánto podría mejorar la vida de las personas si no tuviesen que preocuparse de su identidad al viajar por el mundo? ¿Cuánto ganarían los Estados si no tuviesen que diseñar sofisticados protocolos para comprobar la validez de una identidad y el cumplimiento de los requisitos de la inmigración?
Privacidad
Problema
Llegados hasta aquí, todo parece ideal, pero hay un problema, y es que la privacidad parece perderse por el camino con tanta apertura y transparencia. La gran mayoría de blockchains, en contra de cómo se suelen describir, no son anónimas, sino pseudónimas. Esto quiere decir que, aunque no estén basadas en una identidad física, sí utilizan seudónimos. Como un autor de un libro que utiliza un seudónimo en lugar de su nombre real, en la blockchain, los usuarios tienen identificadores denominados address (dirección), que son únicos. Estos addresses permiten que toda transacción sea perfectamente transparente, sin comprometer la privacidad de los usuarios.
Sin embargo, ¿qué sucedería en un pago físico con una criptomoneda? Llegas a un bar, pides un café y haces un pago con bitcoin. El empleado espera a recibir el pago e, inmediatamente después, observa la transacción en el bloque y tu dirección en la blockchain. En ese momento, tu identidad digital y tu identidad física se asocian. Entonces, ¿cómo resolvemos el problema de la privacidad sin eliminar los grandes beneficios de la blockchain?
Solución
La realidad es que esta es una de las líneas que más se están trabajando en el sector blockchain, pues el equilibrio entre privacidad y transparencia ha sido y es un debate continuo en cualquier ámbito de la sociedad. Existen blockchains basadas en seudónimos, blockchains de identidad pública (generalmente las privadas) y blockchains puramente anónimas. La realidad es que ninguna es mejor que otra, sino que todas ellas cumplen un propósito diferente y específico.
Las blockchains de ámbito privado se emplean entre agentes o entidades que comparten un interés común y tienen una cierta confianza los unos en los otros. Son útiles desde el punto de vista legal y son altamente eficientes, por ello, son de interés para instituciones financieras, grandes corporaciones, etc.
Las blockchains públicas basadas en seudónimos como Bitcoin o Ethereum son de un valor incalculable para almacenar valor fuera del control de las instituciones, para otorgar universalidad a los activos y para poner en manos del usuario la propiedad de estos. Esto ocurre, por ejemplo, con el dinero o con los activos inmobiliarios tokenizados, entre muchos otros. Su transparencia les da un alto potencial legal y de adaptación a la sociedad y las normas.
Las blockchains públicas anónimas son perfectas para casos como el anterior, en los que una persona hace un pago físicamente y no quiere ser asociado por cuestiones de privacidad.
Al igual que en la actualidad, la tecnología ofrecerá todas las alternativas y serán los casos de uso(y la regulación) los que determinen qué usar y para qué. Pero espera, aún hay más. Una tecnología basada en criptografía, denominada Zero Knowledge Proofs (pruebas de conocimiento cero) van a permitir verificar tu identidad sin aportar tus datos personales. ¿Qué te parece esto? No te pierdas los próximos posts, te contaremos todo acerca de esta revolucionaria innovación.
Conclusión
La identidad digital se ha convertido en un elemento de la sociedad casi tan importante o incluso más que la identidad física. Conforme nuestro modelo social se mueve cada vez más hacia lo digital, los riesgos de fraude, falsificación, ineficiencia, seguridad, así como muchos otros, se magnifican, haciendo de las tecnologías de la era Web 2.0 un conjunto obsoleto. La blockchain ha llegado con un arsenal de propiedades que nos están permitiendo cambiar la manera en que las personas gestionamos nuestra identidad en la web, dándonos la oportunidad de decidir qué queremos ceder, qué no y haciendo nuestra vida infinitamente más cómoda y segura.
Esperamos que te haya parecido interesante este blog. Si es así, ¡déjanos en los comentarios cuál crees que es el cambio más importante que la blockchain trae a la identidad digital!
Brillante articulo para entender los objetivos principales de la blockchain en cuanto a la privacidad y las ventajas que tiene frente a otros sistemas (centralizados). Muy recomendable para gente esceptica y facil de comprender